:::::::: Hoy no se fía, surrealismo puro ::::::

Somos... escarabajos sin trabajo: ¿y qué?; ¿quiénes?: nosotros: Nori (Boooooorrrdonori...); Diego (¡Ya fueeee!); Pato (Alma Mater); Lucho (Alma Pater); y July (creadora sin competencia). Y hacíamos... un programa de radio que navegó por el éter de La Plata, actualizando la memoria entre la espesa neblina platense... "doblando la esquina, cruzando en diagonal, mordiendo el cordón..."

Mi foto
Nombre: Lupa
Ubicación: La Plata, Buenos Aires, Argentina

LUCIANO AGUIRRE // Lic. en Comunicación Social - Periodista

miércoles, junio 22, 2005

Alejandro Dolina, incómodo ser *


Densa realidad

Para el conductor de La venganza será terrible, el descuido en el uso del lenguaje no es patrimonio exclusivo de los medios: “Es algo más general: en el país, la decadencia abarca todo lo que es espiritual, educativo y cultural...”. Además, no cree que este gobierno tenga una estrategia distinta, en el ámbito de las políticas culturales, con relación a la década del ’90.



- ¿Cómo calificarías la forma en que se utiliza el lenguaje en los medios de comunicación?

- ... En general mal; peor en la televisión que en la radio. Tengo la sensación de que el descuido está, en general, en las cosas relacionadas con las ciencias, el arte, la cultura y la inteligencia. Por lo tanto, es de esperar que el lenguaje se utilice con bastante descuido también en los medios.

- Justamente, desde los medios daría la sensación que no hay otra forma de hacer humor que no sea recurriendo a la guarangada fácil. ¿Es difícil hacer humor en radio no utilizando este recurso?
- Yo ejercito el humor no como profesión, sino como algo que sobreviene alguna vez. Lo que yo hago no tiene exclusivos fines humorísticos; se ejerce la paciencia y se espera que llegue algún hecho humorístico; no es que amenazamos “vamos a contar un chiste...”. Nos manejamos dentro de temáticas que, a veces, acusan situaciones humorísticas; poéticas, si tenemos suerte; o estúpidas, si no la tenemos. Pero la pregunta se refiere a ciertas formas humorísticas elementales, vulgares, que se utilizan en todas partes: ... y no se hace difícil; al contrario, ya que todos los lugares de privilegio están ocupados por personas de destrezas minúsculas, con capacidades mínimas, y así se produce una especie de desazón. Eso es descorazonado; verdaderamente, forma parte de la tragedia de la educación argentina.

- Quiero citar una columna llamaba “La velocidad mató al tiempo”, que escribió José Pablo Feinmann en Página/12 y que hablaba del lenguaje en los medios de comunicación y de cómo el vértigo en la información influye en el uso de éste; y marco, como ejemplo, Radio 10, que se sirve continuamente de la guarangada como forma humorística. ¿Por qué da la impresión que “la sociedad” (“nosotros”, “la gente”) se vincula tanto con este tipo de humor?
- No sé si es esa radio solamente; es una cosa bastante más general; hay una decadencia de todo lo que es espiritual, educativo, cultural... Y no solo en los medios, sino en lo relacionado con la cultura: tanto el padre del chico que va a la escuela, como el chico mismo. Ninguno está interesado, por más que algún funcionario en discursos diga que la cultura forma parte de una prioridad: están más pendientes con la obtención rápida de toda clase de satisfacciones. Ninguno hace una inversión, y sería, por lo tanto, hipócrita pedirle a los medios de comunicación que no usen el lenguaje como guarangada. Hay una especie de biotipo que se ha formado en la Argentina, que tiene que ver con actitudes políticas y culturales; un biotipo individualista que se expresa en actitudes políticas y culturales mezquinas; son personas que marcan la pauta de los programas; personajes de los medios que, cuando le vas a dar la mano, te la retiran y se ríen... como la cámara oculta: el engaño que hace caer al otro abusando de su buena fe: eso es un asco y forma parte de una decadencia moral. Por eso digo que está relacionada con todos los estamentos de la sociedad; no solo los medios se pueden decir que se llevan el premio...


Cambiar para que nada cambie

- ¿Qué opinión te merece el rol de Canal 7 en materia cultural, como órgano de difusión del Estado?
- (Suspira y apura la respuesta, como resignado)... Me parece que no hace nada: a veces, por esfuerzo de algunas personas, consiguen realizar un programa con trabajo sacrificado y poco remunerado. No parece que engendre una política de estado al respecto; en un punto como este, un canal así tendría que ofrecer alguna posibilidad a la heterodoxia; a los jóvenes realizadores; o a personas que no piensan sólo en el raiting ni la vulgaridad; a tipos que brinden algo que sume al derecho a la poesía; a la inteligencia, a la excelencia, que es un derecho y no se usa. Cometen el error de decir que el refinamiento es un prejuicio burgués; y no es así: todos tenemos el derecho de participar de elementos que pacifiquen el espíritu.

- Es conocida tu incursión en programas que realizaste en este canal. ¿Qué rescatás de esas experiencias?
- Primero, una gran tristeza; y del último programa, una gran alegría artística: a mí me gustó mucho; pude compartir con muchos compañeros muy diestros en el arte unos momentos de felicidad artística. Pero a mí me echaron y no hicieron nada para que yo me quede; yo aspiraba incluso a trabajar gratis, pero no pude conseguirlo: trabajé durante tres meses poniendo dinero de mi bolsillo, hasta que se me acabo, tanto que salí de allí muy endeudado... Algunos funcionarios me prometieron un sueldo para mis compañeros y el resto del elenco... pero nunca conseguí que cumplan...

- Por eso te fuiste…
- Sí, tenía que pagar todo yo. Y eso que no pretendía, ni siquiera, que me pagaran a mí, que podría decirse que tengo algunos años de éxitos; sólo pedía estar quince minutos y a las doce de la noche, que no es horario central. Me entrevisté muchas veces con secretarios de medios y personas del canal, pero no lo conseguí.

- Resulta paradójico, con todos los matices éticos que se le pueden encontrar al actual gobierno en diferentes decisiones del ámbito político, que no haya señales distintivas con la década del ’90 en todo lo que refiere a las políticas culturales...
- No, claro… no tiene ninguna diferencia. Comparto que el actual gobierno tiene una actitud ética diferente, y merece nuestro apoyo en ese sentido, pero no tiene la menor idea de lo que se está haciendo en torno a las prácticas culturales de los medios.

- Llevás más de diez años al aire con
La venganza... ¿Qué situaciones de esta experiencia marcarías como positivas?
- La posibilidad de haber podido estudiar; si yo no hubiese tenido esa gracia de ser aceptado por formas de trabajo, como las formas televisivas de trabajo, no hubiera tenido que seguir estudiando; ni leer todo lo que leí. Otra es haber conocido a un montón de gente que yo admiraba y nunca soñé en contratar, y que, sin embargo, me han brindado su ayuda y su amistad. Y, también, la relación con el público, que produce una mezcla de obligación por reconocimientos de extraños, con los cuales, después, descubre una misma inquietud, una misma obsesión compartida… (IC)




* La nota fue realizada en el programa Hoy no se fía, en agosto de 2004. Se debatió sobre el uso del lenguaje en los medios de comunicación, a partir de una columna publicada por José Pablo Feinmann, en Página/12: "La velocidad mató al tiempo". Cualquier similitud con debates actuales, no es pura coincidencia... ni lo será.

Nota: Toda copia de este material es libre... y obligatoria, si así lo desean.


Resonancias

- "La velocidad mató al tiempo", José Pablo Feinmann.

- "Contra el lenguaje basura", J.P.F.

- "El medio del poder", Eduardo Aliverti.


Ideas Colectivas
Junio de 2005

lunes, junio 20, 2005

Ricardo Cohen, viajante ricotero *


“Los ideales del progreso humano están más en pie que nunca”

Lo dice Rocambole, el realizador de las tapas de Los Redondos. Y afirma: “Al concretarse las presiones a las que nos condenó el sistema capitalista, la resistencia a ese tipo de presiones o de formas que intentan hacernos caminar por una fila, son, cada vez, más actuales...”



“¿Está bien este lugar?”, pregunta Rocambole, tímidamente, después de hacer la introducción en las clases que tiene a cargo en la Facultad de Bellas Artes de La Plata, y señala los escalones de mármol de la entrada al Auditorio. Rocambole, que ya se acomodó en el borde de la escalera, es Ricardo Cohen, el realizador / diseñador de las imágenes que ilustran cada concepto musical de Los Redonditos de Ricota. Y es, además de docente, dibujante y ¿artista?... “En realidad, yo a la palabra artista la tomo con pinzas. Hay muchas definiciones de la palabra arte y, tal vez, algunas entre sí hasta no concuerdan. Encuentro mucho más claro hablar de realizadores. Para mí, un pintor, un dibujante, un escenógrafo o un escultor son, básicamente, realizadores. El hecho de la connotación arte es de una interpretación muy diversa: en el Renacimiento, los artistas eran artesanos; en la época de los griegos, esclavos. No creo en el mito del artista como alguien excepcional; como un individuo que debe ser un poco loco o un poco bohemio, que se inspira y le sale una obra maestra. Considero que las obras bien hechas son producto de un estudio y un trabajo bien hecho”, aclara, de movida.
Para Rocambole, un artista debería definirse como tal cuando crea nuevos parámetros para comunicarse: “Para mí, es alguien que patea un tablero y crea un nuevo lenguaje; no aquel que se sigue expresando como un intérprete a través del lenguaje que ya existe. Es diferente ser un intérprete a ser un creador”, dice.

- ¿Hay artistas, actualmente?
- Ocurre que no es que los artistas sean una clase especial de personas, sino que, plagiando a un filósofo hindú, cada persona es una clase especial de artistas. Pienso que a todas las personas, por el hecho de ser humanos, nos gusta expresarnos y comunicarnos.

- ¿Cómo influye, en la supuesta pureza de la obra artística, la posibilidad de utilizar los nuevos medios que brindan los avances tecnológicos?
-
(Como interrumpiendo)... Pero en toda la historia del arte se ha visto cómo ha evolucionado la realización de las imágenes a través de la evolución de los materiales. No pienso que sea relevante el hecho de utilizar determinado material para que no sea una obra considerada: eso va a depender de otros elementos; no del tipo de material o de soporte. Lo que pasa es que hay personas que, por ortodoxos, prefieren mantener una cierta técnica, y es una decisión respetable.

- ¿Cómo ha sido su experiencia al trabajar los conceptos artísticos de los últimos discos de Los Redondos con otro tipo de materiales?
- El hecho de que los primeros discos fueran artesanales, dependía mucho del tipo de producción que existía en ese momento. Que ahora las tapas o los envases lleguen a ser complejos, o se utilice más la industria para ello, es por la lógica evolución del grupo, que ha podido implementar una mayor producción en cada uno de sus trabajos. En principio, las dos primeras tapas de Los Redondos (N de R:
Gulp!, en 1984; Oktubre
, en 1986) las hicimos nosotros mismos con las manos...

- ¿Con las manos?
- Sí, impresas en serigrafía; apelando a pocos colores, bien sencillo...

Así como Oktubre se transformó, desde lo musical y lo conceptual, en El (sí, así, con mayúsculas) disco de Los Redondos (seguidores del grupo dixit), Oktubre es, a su vez, según Rocambole, la pieza de diseño más lograda: “
Claro, porque, como concepto, el diseñador siempre piensa en hacer lo más con lo menos. Y eso fue lo que ocurrió al diseñar esa tapa: limitación en la producción, condiciones precarias de realización...”

Cuando Ricardo Cohen empezó a firmar sus realizaciones como Rocambole (seudónimo que le debe al personaje principal de Las aventuras de Rocambole, un folletín francés del siglo XIX que
“leía cuando era chico, porque mi viejo tenía los cuarenta tomos de la obra”, afirma) lo hizo para separar lo que él consideraba era el arte serio del arte popular: “Sí, en principio pensaba eso. Yo veía que los dibujantes firmaban las historietas con seudónimos, y que en las obras del circuito de galería, en cambio, los realizadores figuraban con su propio nombre. Pero, después, Rocambole lo empecé a usar para todo: como marca, en una pequeña estampería que tenía, y también para firmar las ilustraciones y las historietas”.

- ¿En qué se diferencian el arte serio y el arte popular?
- Y... (piensa, y se distrae mirando a los alumnos que se pierden frente a la puerta) hay un circuito artístico que tiene que ver con las galerías, los museos, las universidades: pareciera que el arte, mientras más intelectual, mejor es; y otro circuito, donde se mueven la música popular, la literatura popular... Está claro que hay una separación bastante marcada. De hecho, casi nunca exponen en los mismos lugares, artistas de índole popular y los llamados artistas serios. Además, el arte popular sólo llega a los grandes escenarios cuando se consagra.

- ¿Qué tipo de arte le interesa?
-
El que puede ser gozado por todo tipo de público. Me interesa la obra que puede ser reproducida y ser propiedad de las masas. El arte de la obra única, la que compra alguien como representación de su poder económico, no es lo que me importa.


De aquellos polvos, futuros lodos

El origen de “todo” es... La Cofradía de la Flor Solar, aquella comunidad platense que albergó a numerosos artistas, músicos y artesanos que se negaban a una vida convencional. El origen de “todo” es... la Escuela de Bellas Artes de La Plata, lugar donde Rocambole ingresó en 1965, tras cuatro años de dudas en la carrera de Psicología
(“No era lo que esperaba, por eso largué todo...”). Después, el golpe de Onganía en el ‘66 trajo la intervención de la Universidad; y el éxodo, obligado, de los profesores más interesantes: “Ahí fue cuando nos fuimos de Bellas Artes con un proyecto de hacer una escuela paralela a la intervenida Escuela Superior, con todos los profesores que habían echado por el Golpe. Hasta formamos un comedor universitario... Ese fue el origen de la Cofradía”, cuenta.

- ¿Qué lugar queda en la actualidad para que puedan repetirse experiencias artísticas como las de la Cofradía?
-
Creo que la historia va y viene... Siempre hay brechas donde se mueven las culturas alternativas, y yo confío mucho en ese tipo de movidas: aquellas que se mueven en los suburbios de las ciudades o del arte oficial. Pero va a depender mucho de la aparición de talentos...

- ¿No cree que los artistas, los músicos, proyectaban otros objetivos en esa época?
- Los ideales del progreso humano siempre están en pie; y en una época como la actual, están más en pie que nunca. Me parece que la historia, un poco, nos ha dado la razón. Creo que las primeras movidas, en las cuales estuve cuando era más joven, como las de la Cofradía, fueron más bien una advertencia por el tipo de torsión que iba a sufrir el espíritu humano en unos pocos años. Entonces, al concretarse ese tipo de presión al que nos condenó el sistema capitalista, hoy, más que nunca, la aparición de resistencia a ese tipo de presiones o de formas que intentan hacernos caminar por una fila, son más actuales...


Horizontalidad conceptual

- ¿Cómo trabaja los conceptos del Indio y Skay para realizar la idea de ilustración de cada disco de Los Redondos?
- El concepto no proviene de ellos; no baja de arriba hacia abajo. Al concepto se llega en equipo. Normalmente, hay planteos para producir alguna obra o algún disco y el concepto va llegando después, porque se juntan todas las cosas y se ve qué tipo de relación tienen entre sí. Y muchas veces, surge como un descubrimiento. En cuanto al sistema de trabajo de los dibujos, si me pusiera a trabajar después que ellos terminan de grabar, el disco tardaría muchísimo en salir... Más bien, siempre se trabaja en conjunto, a la vez. Voy escuchando tomas, leyendo poesías... Es como que nos invade un tipo de espíritu común que nos hace llegar a puntos comunes...

Los alumnos lo esperan. Pero antes de seguir dando clases, y al preguntarle por los últimos discos de Los Redondos (Ultimo bondi a Finisterre, de 1998, y Momo Sampler, de 2000), Rocambole no duda en afirmar que pudo concretar parte de sus objetivos:
“El uso de abundante tecnológica permitía soñar más. Había muchas cosas que, antes de los discos, siempre habían estado presente en cuanto a soñar otras cuestiones. Los últimos discos de Los Redondos, por el tipo de material que pudo utilizarse, no fueron más que la realización de viejos sueños postergados...” (IC)


* La entrevista fue realizada para el programa Hoy no se fía, en octubre de 2003.

Nota: Toda copia de este material es libre... y obligatoria, si así lo desean.

Ideas Colectivas
Junio de 2005